Hace tiempo que en una misma enseña conviven varias marcas del distribuidor con estrategias y posicionamientos bien diferenciados. Un ejemplo puede ser el de los productos “Nuestra Tierra” de Carrefour y sus marcas Carrefour y Número 1... Por lo que está medida de Carrefour sería un paso más en su política de las mal llamadas marcas blancas. Las marcas blancas están en el origen de las marcas del distribuidor, cuando Día y otros discounts decidieron vender determinados productos básicos en envases blancos y a precios muy reducidos. En la actualidad las marcas del distribuidor incluyen a las llamadas marcas blancas junto con marcas propias que pueden ser de mayor calidad y/o precio que los de los fabricantes.
Es lógico defender los intereses particulares de cada uno dentro de la legalidad vigente, aunque en algunos casos no sea legítimo o justo. Y esto es aplicable tanto a fabricantes y distribuidores, como a los controladores aéreos o los autores asociados a la SGAE, por poner tan sólo dos cuestiones de rabiosa actualidad. En esos dos últimos casos, la administración pública debe promover la defensa de los intereses de los ciudadanos y del bien común. Por sentido común y porque así se lo exige el apartado segundo del artículo 9 de la Constitución Española. En el caso de las marcas comerciales, deben ser sobre todo el mercado y la libre competencia (a pesar de sus matices y deficiencias) los que defiendan los intereses de los consumidores.
Mi duda es si los grandes fabricantes no han pasado demasiado tiempo exprimiendo al consumidor y ahora se quejan de la supuesta competencia desleal de los distribuidores. La clave estará en la decidida orientación hacia el consumidor de estas organizaciones y en su capacidad de adaptarse al cambio.
Dice hoy mismo José Luis Larrea en un artículo de El Economista, que “la crisis de verdad está por llegar”. Yo aún diría más, la crisis, entendida en su sentido etimológico como punto de inflexión y cambio, se ha convertido en una situación permanente que las empresas tendrán que gestionar si no quieren perecer.
Creo que al final los propios Distribuidores o Hipermercados estan dando la razón a los Fabricantes de Marcas originales, ya que lo postura de estos es que la diferencia en el precio entre los productos esta basada en la calidad de los mismos. Si ahora los propios Hiper sacan dentro de sus propias marcas blancas o del distribuidor distintos niveles con distintos precios, pues ya esta tendremos marcas blancas (las muy mala, y las un poco menos malas) pero estan asumiendo que la diferencia entre los productos es la calidad de los mismos.
Estoy de acuerdo con tu razonamiento, Consuelo. La mejora de la calidad en productos y servicios, y en el Marketing en general, viene dada por la mayor exigencia de los consumidores y por los movimientos de los competidores en el juego de libre mercado.
Sin embargo, lo que a mí me parece más interesante desde el punto de vista del Marketing es el nuevo escenario que parece predecir el enorme avance de las Marcas del distribuidor. Los grandes Distribuidores ya no quieren ser meros intermediarios de Marcas más o menos poderosas y asentadas. Quieren convertirse en la referencia obligada para el consumidor, que puede llegar a valorar más la conveniencia, el precio y la calidad del producto, que la imagen y el prestigio de una gran Marca que ha venido consumiendo durante años. La crisis económica ayuda a los Distribuidores, y no sólo por el precio, sino también porque ha hecho que muchos consumidores se replanteen su relación con las Marcas tradicionales.
El intermediario ya no se contenta con ganar lo más posible desde su posición de privilegio. Ahora lo quiere todo. Quiere al consumidor final y está haciendo lo posible para conseguirlo. Los grandes Distribuidores quieren convertirse para el consumidor en el mundo físico lo que Google es ahora mismo en el mundo virtual para el internauta, una referencia de paso obligado para la inmensa mayoría de nosotros.
Hace tiempo que en una misma enseña conviven varias marcas del distribuidor con estrategias y posicionamientos bien diferenciados. Un ejemplo puede ser el de los productos “Nuestra Tierra” de Carrefour y sus marcas Carrefour y Número 1... Por lo que está medida de Carrefour sería un paso más en su política de las mal llamadas marcas blancas. Las marcas blancas están en el origen de las marcas del distribuidor, cuando Día y otros discounts decidieron vender determinados productos básicos en envases blancos y a precios muy reducidos. En la actualidad las marcas del distribuidor incluyen a las llamadas marcas blancas junto con marcas propias que pueden ser de mayor calidad y/o precio que los de los fabricantes.
Creo que al final los propios Distribuidores o Hipermercados estan dando la razón a los Fabricantes de Marcas originales, ya que lo postura de estos es que la diferencia en el precio entre los productos esta basada en la calidad de los mismos. Si ahora los propios Hiper sacan dentro de sus propias marcas blancas o del distribuidor distintos niveles con distintos precios, pues ya esta tendremos marcas blancas (las muy mala, y las un poco menos malas) pero estan asumiendo que la diferencia entre los productos es la calidad de los mismos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con tu razonamiento, Consuelo. La mejora de la calidad en productos y servicios, y en el Marketing en general, viene dada por la mayor exigencia de los consumidores y por los movimientos de los competidores en el juego de libre mercado.
ResponderEliminarSin embargo, lo que a mí me parece más interesante desde el punto de vista del Marketing es el nuevo escenario que parece predecir el enorme avance de las Marcas del distribuidor. Los grandes Distribuidores ya no quieren ser meros intermediarios de Marcas más o menos poderosas y asentadas. Quieren convertirse en la referencia obligada para el consumidor, que puede llegar a valorar más la conveniencia, el precio y la calidad del producto, que la imagen y el prestigio de una gran Marca que ha venido consumiendo durante años. La crisis económica ayuda a los Distribuidores, y no sólo por el precio, sino también porque ha hecho que muchos consumidores se replanteen su relación con las Marcas tradicionales.
El intermediario ya no se contenta con ganar lo más posible desde su posición de privilegio. Ahora lo quiere todo. Quiere al consumidor final y está haciendo lo posible para conseguirlo. Los grandes Distribuidores quieren convertirse para el consumidor en el mundo físico lo que Google es ahora mismo en el mundo virtual para el internauta, una referencia de paso obligado para la inmensa mayoría de nosotros.